El balance general representa un momento específico que muestra los activos de una organización y cómo se financian los mismos deuda o capital. Los activos que representan las inversiones están clasificados como circulantes a corto o a largo plazo. Los activos circulantes incluyen los elementos que se liquidarán y convertirán en efectivo en menos de un año, mientras que los activos fijos a largo plazo incluyen inversiones que ayudan a generar flujos de efectivo en periodos más largos.
Para financiar estos activos, la organización emite deuda o incrementa el capital mediante acciones o ambas formas de financiamiento. El pasivo (la deuda) representa los préstamos que la organización tiene pendientes de pago y que se divide en dos categorías:
-A corto plazo: Se denomina pasivo circulante o pasivo a corto plazo; incluye las cuentas para pagar (cantidades adeudas a proveedores), gastos devengados (cantidades adeudadas a los empleados y al gobierno) y documentos por pagar (cantidades adeudadas al banco). Los pasivos circulantes representan deuda pagadera en menos de un año.
- A largo plazo incluye los bonos e instrumentos de deuda similares que la organización emite y que son pagaderos en un periodo mayor a un año.